Realizar una Evaluación para TDAH, es fundamental cuando hay sospecha e indicadores clave que puedan alertar.
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición del neurodesarrollo que afecta la capacidad de concentrarse, controlar impulsos y regular el comportamiento.
Si sospechas que tu hijo, un ser querido o incluso tú podrías tener TDAH, el primer paso es realizar una evaluación detallada.
Pero, ¿qué se evalúa exactamente para llegar a un diagnóstico? En este artículo, te explicaré de manera clara y sencilla el proceso.
La evaluación del TDAH es un proceso integral que considera diversos factores para determinar si una persona cumple con los criterios diagnósticos. Este análisis no se basa en una sola prueba, sino en la combinación de información obtenida de diferentes fuentes.
Un paso fundamental es recopilar el historial de desarrollo de la persona. Esto incluye:
Dificultades durante el embarazo o nacimiento.
Hitos del desarrollo, como el habla y la motricidad.
Historial de problemas de atención, hiperactividad o impulsividad desde la infancia.
Antecedentes familiares de TDAH, ya que puede haber un componente genético.
En el caso de niños y adolescentes, las observaciones de quienes los rodean son clave. Los padres y maestros pueden proporcionar información valiosa sobre:
Cómo se comporta el niño en diferentes contextos, como en casa y en la escuela.
Áreas donde presenta mayores dificultades, como mantener la atención o seguir instrucciones.
Situaciones específicas donde la hiperactividad o impulsividad son más evidentes.
Se utilizan herramientas estandarizadas que ayudan a medir la gravedad de los síntomas y su impacto en la vida diaria. Algunos ejemplos comunes incluyen:
Escala de Conners: Evalúa comportamientos asociados al TDAH.
CBCL (Child Behavior Checklist): Mide problemas de conducta y emocionales.
Escala SNAP-IV: Diseñada para evaluar los criterios diagnósticos del TDAH.
En este paso se analiza el funcionamiento cognitivo para identificar patrones relacionados con el TDAH. Algunas áreas que se evalúan son:
Atención sostenida y selectiva: La capacidad de mantener la concentración durante un periodo prolongado.
Memoria de trabajo: La habilidad de retener y manipular información a corto plazo.
Funciones ejecutivas: Habilidades como la planificación, organización y control de impulsos.
Velocidad de procesamiento: Qué tan rápido una persona puede completar tareas cognitivas.
El especialista puede observar al paciente en diferentes entornos o durante tareas específicas. Esto ayuda a identificar patrones de conducta característicos del TDAH, como la dificultad para permanecer sentado o completar tareas.
El TDAH comparte síntomas con otras condiciones, como:
Ansiedad.
Trastornos del sueño.
Trastornos de aprendizaje.
Depresión.
Parte del proceso de evaluación consiste en asegurarse de que los síntomas no se deben a otra condición o a factores externos, como el estrés o problemas familiares.
El especialista utiliza los criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) para confirmar el diagnóstico. Estos criterios incluyen:
Síntomas de inatención, hiperactividad o impulsividad presentes durante al menos 6 meses.
Impacto significativo en la vida diaria (escolar, laboral o social).
Inicio de los síntomas antes de los 12 años.
Una evaluación precisa permite:
Identificar necesidades específicas: Diseñar estrategias personalizadas para abordar las áreas de dificultad.
Guiar el tratamiento: Determinar si se necesita terapia conductual, apoyo escolar o medicamentos.
Reducir la incertidumbre: Proporcionar respuestas claras a las familias o a la persona afectada.
El diagnóstico de TDAH es un proceso cuidadoso que requiere la colaboración de especialistas, familias y maestros. Al realizar una evaluación integral, es posible obtener un diagnóstico preciso que permita implementar estrategias efectivas para mejorar la calidad de vida del paciente.
Si sospechas que tú o alguien cercano podría tener TDAH, no dudes en buscar ayuda profesional. La detección temprana y la intervención adecuada pueden marcar una gran diferencia.
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